Dalila El Hosen
Experimentar, es la única forma de aprender realmente. Todo conocimiento que no pasa por el cuerpo, es simplemente un rumor
Siempre que escuché hablar de Reiki,
espiritualidad y de los múltiples beneficios que se
alcanzaban en la vida de una persona creí que había que
seguir cierto protocolo en cuanto a la forma de vestir, de
ser, de hablar y que se necesitaba vivir casi en medio de la
nada para alejarse de todo aquello que pudiera perturbar ese
estado ideal de relajación; que era algo totalmente
incompatible con la forma de vida actual.
Cuando decidí iniciarme en esta disciplina tenía mucha
curiosidad y también muchísimas dudas y temores, pero sentía
que tenia que dar ese primer paso. Fue recién en ese momento
que comencé a entender que mas allá de la vida que llevemos,
nuestras responsabilidades diarias, profesión y logros hay
una parte nuestra interna que necesita atención y que es, en
definitiva, la más importante ya que nos condiciona a ser la
persona que somos y la que nos puede llevar a un estado de
plenitud total.
Entendí que los procesos de transformación son internos y
también externos y que los cambios llegarían solos, con
constancia y voluntad de mejorarse, de profundizar y de
aceptar cambiar; y con esto último me refiero a romper con
estructuras de ser o pensar a la que nos someten desde muy
chicos para poder agradar al otro y encajar en una sociedad
perfecta. Por eso reprimimos sentimientos, desarrollamos
ira, miedos, apegos que nos condicionan y nos impiden
avanzar, crecer y liberarnos, ser nosotros mismos sin el
“sobrante adquirido”. Este aprendizaje nos coloca en un
estado de revelación por el cual no todos sabemos o queremos
transitar y es preciso integrarlo a nuestros pensamientos
palabras y acciones diarias para lograr un cambio sustancial
en nuestra vida.
Encontré en esta disciplina una manera de crecer, sanar, por
dentro y por fuera mediante un proceso lento y difícil que
requiere de mucho esfuerzo pero que una vez incorporado en
tu interior podes exteriorizarlo y aplicarlo naturalmente en
la vida diaria.
Por eso considero que el Reiki es otra manera de entender la
vida… que es dar y recibir… que es energía vital que se
siente, se respira y se emana .Que ayuda a sanar emocional,
física y espiritualmente, que es Amor hacia nosotros mismos
y hacia los demás por lo cual tengo la convicción de que
este es el camino que deseo continuar recorriendo.